La importancia de la
literatura y el folklore en Educación Primaria
He decidido comenzar esta actividad, contando un poco la importancia de la
literatura en el aula, y en particular en este caso de los textos folclóricos
en la misma.
Podremos empezar diciendo que el período en el que nuestros alumnos se encuentran en educación primaria, es el período más decisivo para poder formar su personalidad y carácter, es el momento en que los niños están experimentando todo tipos de sensaciones, experiencias y sentimientos que van haciendo que su personalidad se vaya creando poco a poco.
En este período el alumno comienza a aprender valores de la vida, de la sociedad y del entorno en el que se encuentra, ya que comparte mucho tiempo tanto en la escuela, como con sus compañeros y profesores.
Por ello, quería realizar una reseña en cuanto al folklore, ya que es tema tratado en este bloque y en particular los cuentos morales e historias que forman parque de este, y de la educación, aunque sea en un pequeño ámbito, cosa en la que no estoy muy de acuerdo porque creo que debería ser mucho más amplio este tema en primaria, ya que es cuando están como decía antes experimentando un montón de acontecimientos en su día a día.
Podremos empezar diciendo que el período en el que nuestros alumnos se encuentran en educación primaria, es el período más decisivo para poder formar su personalidad y carácter, es el momento en que los niños están experimentando todo tipos de sensaciones, experiencias y sentimientos que van haciendo que su personalidad se vaya creando poco a poco.
En este período el alumno comienza a aprender valores de la vida, de la sociedad y del entorno en el que se encuentra, ya que comparte mucho tiempo tanto en la escuela, como con sus compañeros y profesores.
Por ello, quería realizar una reseña en cuanto al folklore, ya que es tema tratado en este bloque y en particular los cuentos morales e historias que forman parque de este, y de la educación, aunque sea en un pequeño ámbito, cosa en la que no estoy muy de acuerdo porque creo que debería ser mucho más amplio este tema en primaria, ya que es cuando están como decía antes experimentando un montón de acontecimientos en su día a día.
Si echamos la vista atrás y nos paramos a pensar un poco, antiguamente los
cuentos eran una gran parte de la educación, sobre todo en casa donde los
abuelos que dedicaban su tiempo a contar cuentos e historias personales a su
familia, a sus nietos, lo cual era importantísimo, ya que eso aún estaba vivo y
funcionaba muy bien, ya que los niños sentían esa curiosidad por saber y por
conocer lo que les contaban.
A día de hoy, eso no se trata como tal, ya que con toda la tecnología actual, y los cambia acaecidos en este siglo, eso es algo como anticuado e inservible, sin darse cuenta de que eso es sabiduría.
A día de hoy, eso no se trata como tal, ya que con toda la tecnología actual, y los cambia acaecidos en este siglo, eso es algo como anticuado e inservible, sin darse cuenta de que eso es sabiduría.
El folklore es parte fundamental de la identidad cultural y de la tradición
de un pueblo o de una zona geográfica. Por ello, el folklore junto con los
cuentos tradicionales hace llegar valores y mensajes morales que consiguen
transmitir explicaciones claras y sencillas a nuestros alumnos, de manera que
aprendan y se desarrollen en su vida.
Finalmente, creo que los cuentos proporcionan un conocimiento muy amplio
sobre la vida, y una educación provista de valores, ya que los mismos, conectan
con la creatividad de los niños, realzando esta misma y haciendo que los
alumnos sean mas productivos a medida que vayan creciendo.
TEXTOS LITERARIOS
-
Las tres hojas de la serpiente
-
Los tres pelos de oro del diablo
-
El pescador y su esposa
Primer cuento - Introducción
Comenzaré diciendo, que este cuento tiene un argumento dirigido más bien
hacia adultos, ya que presenta la idea de la muerte, infidelidades, guerras…
Es una historia en la que se habla en
gran parte de la muerte, que al fin y al cabo también es parte de la vida, y es
algo que no debería ser un tema tabú, ni en el hogar ni en las escuelas hoy en
día.
Aún teniendo este contenido, he decidido elegir esta historia porque creo que atañe una realidad bastante adulta, al mismo tiempo que tiene inmersa una enseñanza y una interpretación diferente dependiendo de cómo se trate.
Aún teniendo este contenido, he decidido elegir esta historia porque creo que atañe una realidad bastante adulta, al mismo tiempo que tiene inmersa una enseñanza y una interpretación diferente dependiendo de cómo se trate.
Si nos paramos a pensar, tiene valores
como el amor, la continuidad de la vida después de la muerte, y como no también
tiene contravalores, como decíamos antes como la infidelidad, el egoísmo… Por
lo que quizá sería un cuento para tratar entre 4º y 5º de Educación Primaria,
debido a que tiene cierta complejidad.
LAS TRES HOJAS DE LA SERPIENTE
Hermanos Grimm
5º de Educación Primaria
Vivía una vez un hombre tan pobre, que pasaba
apuros para alimentar a su único hijo. Díjole entonces éste:
- Padre mío, estáis muy necesitado, y soy una carga para vos. Mejor será que me marche a buscar el modo de ganarme el pan.
Dióle el padre su bendición y se despidió de él con honda tristeza.
Sucedió que por aquellos días el Rey sostenía una guerra con un imperio muy poderoso.
El joven se alistó en su ejército y partió para la guerra. Apenas llegado al campo de batalla, se trabó un combate. El peligro era grande, y llovían muchas balas; el mozo veía caer a sus camaradas de todos lados, y, al sucumbir también el general, los demás se dispusieron a emprender la fuga. Adelantóse él entonces, los animó diciendo:
- ¡No vamos a permitir que se hunda nuestra patria!
Seguido de los demás, lanzóse a la pelea y derrotó al enemigo. Al saber el Rey que sólo a él le debía la victoria, ascendiólo por encima de todos, dióle grandes tesoros y lo nombró el primero del reino.
Tenía el monarca una hija hermosísima, pero muy caprichosa. Había hecho voto de no aceptar a nadie por marido y señor, que no prometiese antes solemnemente que, en caso de morir ella, se haría enterrar vivo en su misma sepultura: "Si de verdad me ama -decía la princesa-, ¿para qué querrá seguir viviendo?" Por su parte, ella se comprometía a hacer lo mismo si moría antes el marido.
Hasta aquel momento, el singularísimo voto había ahuyentado a todos los pretendientes; pero su hermosura impresionó en tal grado al joven, que, sin pensarlo un instante, la pidió a su padre.
- ¿Sabes la promesa que has de hacer? -le preguntó el Rey.
- Que debo bajar con ella a la tumba, si muere antes que yo -respondió el mozo-.
Consintió entonces el Rey, y se celebró la boda con gran solemnidad y esplendor.
Los recién casados vivieron una temporada felices y contentos, hasta que, un día, la joven princesa contrajo una grave enfermedad, a la que ningún médico supo hallar remedio.
- Padre mío, estáis muy necesitado, y soy una carga para vos. Mejor será que me marche a buscar el modo de ganarme el pan.
Dióle el padre su bendición y se despidió de él con honda tristeza.
Sucedió que por aquellos días el Rey sostenía una guerra con un imperio muy poderoso.
El joven se alistó en su ejército y partió para la guerra. Apenas llegado al campo de batalla, se trabó un combate. El peligro era grande, y llovían muchas balas; el mozo veía caer a sus camaradas de todos lados, y, al sucumbir también el general, los demás se dispusieron a emprender la fuga. Adelantóse él entonces, los animó diciendo:
- ¡No vamos a permitir que se hunda nuestra patria!
Seguido de los demás, lanzóse a la pelea y derrotó al enemigo. Al saber el Rey que sólo a él le debía la victoria, ascendiólo por encima de todos, dióle grandes tesoros y lo nombró el primero del reino.
Tenía el monarca una hija hermosísima, pero muy caprichosa. Había hecho voto de no aceptar a nadie por marido y señor, que no prometiese antes solemnemente que, en caso de morir ella, se haría enterrar vivo en su misma sepultura: "Si de verdad me ama -decía la princesa-, ¿para qué querrá seguir viviendo?" Por su parte, ella se comprometía a hacer lo mismo si moría antes el marido.
Hasta aquel momento, el singularísimo voto había ahuyentado a todos los pretendientes; pero su hermosura impresionó en tal grado al joven, que, sin pensarlo un instante, la pidió a su padre.
- ¿Sabes la promesa que has de hacer? -le preguntó el Rey.
- Que debo bajar con ella a la tumba, si muere antes que yo -respondió el mozo-.
Consintió entonces el Rey, y se celebró la boda con gran solemnidad y esplendor.
Los recién casados vivieron una temporada felices y contentos, hasta que, un día, la joven princesa contrajo una grave enfermedad, a la que ningún médico supo hallar remedio.
Cuando hubo muerto, su esposo recordó la promesa
que había hecho. Horrorizábale la idea de ser sepultado en vida; pero no había
escapatoria posible. El Rey había mandado colocar centinelas en todas las
puertas, y era inútil pensar en sustraerse al horrible destino. Llegado el día
en que el cuerpo de la princesa debía ser bajado a la cripta real, el príncipe
fue conducido a ella, y tras él se cerró la puerta a piedra y lodo.
Junto al féretro había una mesa, y con ella cuatro velas, cuatro hogazas de pan y cuatro botellas de vino. Cuando hubiera consumido aquellas vituallas, habría de morir de hambre y sed.
Dolorido y triste, comía cada día sólo un pedacito de pan y bebía un sorbo de vino; pero bien veía que la muerte se iba acercando irremisiblemente. Una vez que tenía la mirada fija en la pared, vio salir de uno de los rincones de la cripta una serpiente, que se deslizaba en dirección al cadáver. Pensando que venía para devorarlo, sacó la espada y exclamó:
- ¡Mientras yo esté vivo, no la tocarás!" Y la partió en tres pedazos.
Al cabo de un rato salió del mismo rincón otra serpiente, que enseguida retrocedió, al ver a su compañera muerta y despedazada. Pero regresó a los pocos momentos, llevando en la boca tres hojas verdes. Cogió entonces los tres segmentos de la serpiente muerta y, encajándolos debidamente, aplicó a cada herida una de las hojas. Inmediatamente quedaron soldados los trozos; el animal comenzó a agitarse, recobrada la vida, y se retiró junto con su compañera. Las hojas quedaron en el suelo, y al desgraciado príncipe, que había asistido a aquel prodigio, se le ocurrió que quizás las milagrosas hojas que había devuelto la vida a la serpiente tendrían también virtud sobre las personas. Recogiólas y aplicó una en la boca de la difunta, y las dos restantes, en sus ojos. Y he aquí que apenas lo hubo hecho, la sangre empezó a circular por las venas y restituyó al lívido rostro su color sonrosado. Respiró la muerta y, abriendo los ojos, dijo:
- ¡Dios mío!, ¿dónde estoy?
- Estás conmigo, esposa querida -respondióle el príncipe, y le contó todo lo ocurrido y cómo la había vuelto a la vida.
Dióle luego un poco de pan y vino, y cuando la princesa hubo recobrado algo de vigor, ayudóla a levantarse y a ir hasta la puerta, donde ambos se pusieron a golpear y gritar tan fuertemente, que los guardias los oyeron y corrieron a informar al Rey.
Éste bajó personalmente a la cripta y se encontró con la pareja sana y llena de vida.
Todos se alegraron sobremanera ante la inesperada solución del triste caso. El joven príncipe se guardó las tres hojas de la serpiente y las entregó a su criado, diciéndole:
- Guárdamelas con el mayor cuidado y llévalas siempre contigo. ¡Quién sabe si algún día podemos necesitarías!
Sin embargo, habíase producido un cambio en la resucitada esposa. Parecía como si su corazón no sintiera ya afecto alguno por su marido. Transcurrido algún tiempo, quiso él emprender un viaje por mar para ir a ver a su viejo padre, y los dos esposos embarcaron. Ya en la nave, olvidó ella el amor y fidelidad que su esposo le mostrara cuando le salvó la vida, y comenzó a sentir una inclinación culpable hacia el piloto que los conducía. Y un día, en que el joven príncipe se hallaba durmiendo, llamó al piloto y, cogiendo ella a su marido por la cabeza y el otro por los pies, lo arrojaron al mar. Cometido el crimen, dijo la princesa al marino:
- Regresemos ahora a casa; diremos que murió en ruta. Yo te alabaré y encomiaré ante mi padre en términos tales, que me casará contigo y te hará heredero del reino.
Pero el fiel criado, que había asistido a la escena, bajó al agua un botecito sin ser advertido de nadie, y en él se dirigió, a fuerza de remos, al lugar donde cayera su señor, dejando que los traidores siguiesen su camino. Sacó del agua el cuerpo del ahogado, y, con ayuda de las tres hojas milagrosas que llevaba consigo y que aplicó en sus ojos y boca, lo restituyó felizmente a la vida.
Los dos se pusieron entonces a remar con todas sus fuerzas, de día y de noche, y con tal rapidez navegaron en su barquita, que llegaron a presencia del Rey antes que la gran nave. Asombrado éste al verlos regresar solos, preguntóles qué les había sucedido. Al conocer la perversidad de su hija, dijo:
- No puedo creer que haya obrado tan criminalmente; más pronto la verdad saldrá a la luz del día- y, enviando a los dos a una cámara secreta, los retuvo en ella sin que nadie lo supiera.
Poco después llegó el barco, y la impía mujer se presentó ante su padre con semblante de tristeza. Preguntóle él:
- ¿Por qué regresas sola? ¿Dónde está tu marido?
- ¡Ay, padre querido! -exclamó la princesa-, ha ocurrido una gran desgracia. Durante el viaje mi esposo enfermó súbitamente y murió y, de no haber sido por la ayuda que me prestó el patrón de la nave, yo también lo habría pasado muy mal. Estuvo presente en el acto de su muerte, y puede contároslo todo.
Dijo el Rey:
- Voy a resucitar al difunto -y, abriendo el aposento, mandó salir a los dos hombres.
Al ver la mujer a su marido, quedó como herida de un rayo y, cayendo de rodillas, imploró perdón. Pero el Rey dijo:
- No hay perdón. Él se mostró dispuesto a morir contigo y te restituyó la vida; en cambio, tú le asesinaste mientras dormía, y ahora recibirás el pago que merece tu acción.
Fue embarcada junto con su cómplice en un navío perforado y llevada a alta mar, donde muy pronto los dos fueron tragados por las olas.
Junto al féretro había una mesa, y con ella cuatro velas, cuatro hogazas de pan y cuatro botellas de vino. Cuando hubiera consumido aquellas vituallas, habría de morir de hambre y sed.
Dolorido y triste, comía cada día sólo un pedacito de pan y bebía un sorbo de vino; pero bien veía que la muerte se iba acercando irremisiblemente. Una vez que tenía la mirada fija en la pared, vio salir de uno de los rincones de la cripta una serpiente, que se deslizaba en dirección al cadáver. Pensando que venía para devorarlo, sacó la espada y exclamó:
- ¡Mientras yo esté vivo, no la tocarás!" Y la partió en tres pedazos.
Al cabo de un rato salió del mismo rincón otra serpiente, que enseguida retrocedió, al ver a su compañera muerta y despedazada. Pero regresó a los pocos momentos, llevando en la boca tres hojas verdes. Cogió entonces los tres segmentos de la serpiente muerta y, encajándolos debidamente, aplicó a cada herida una de las hojas. Inmediatamente quedaron soldados los trozos; el animal comenzó a agitarse, recobrada la vida, y se retiró junto con su compañera. Las hojas quedaron en el suelo, y al desgraciado príncipe, que había asistido a aquel prodigio, se le ocurrió que quizás las milagrosas hojas que había devuelto la vida a la serpiente tendrían también virtud sobre las personas. Recogiólas y aplicó una en la boca de la difunta, y las dos restantes, en sus ojos. Y he aquí que apenas lo hubo hecho, la sangre empezó a circular por las venas y restituyó al lívido rostro su color sonrosado. Respiró la muerta y, abriendo los ojos, dijo:
- ¡Dios mío!, ¿dónde estoy?
- Estás conmigo, esposa querida -respondióle el príncipe, y le contó todo lo ocurrido y cómo la había vuelto a la vida.
Dióle luego un poco de pan y vino, y cuando la princesa hubo recobrado algo de vigor, ayudóla a levantarse y a ir hasta la puerta, donde ambos se pusieron a golpear y gritar tan fuertemente, que los guardias los oyeron y corrieron a informar al Rey.
Éste bajó personalmente a la cripta y se encontró con la pareja sana y llena de vida.
Todos se alegraron sobremanera ante la inesperada solución del triste caso. El joven príncipe se guardó las tres hojas de la serpiente y las entregó a su criado, diciéndole:
- Guárdamelas con el mayor cuidado y llévalas siempre contigo. ¡Quién sabe si algún día podemos necesitarías!
Sin embargo, habíase producido un cambio en la resucitada esposa. Parecía como si su corazón no sintiera ya afecto alguno por su marido. Transcurrido algún tiempo, quiso él emprender un viaje por mar para ir a ver a su viejo padre, y los dos esposos embarcaron. Ya en la nave, olvidó ella el amor y fidelidad que su esposo le mostrara cuando le salvó la vida, y comenzó a sentir una inclinación culpable hacia el piloto que los conducía. Y un día, en que el joven príncipe se hallaba durmiendo, llamó al piloto y, cogiendo ella a su marido por la cabeza y el otro por los pies, lo arrojaron al mar. Cometido el crimen, dijo la princesa al marino:
- Regresemos ahora a casa; diremos que murió en ruta. Yo te alabaré y encomiaré ante mi padre en términos tales, que me casará contigo y te hará heredero del reino.
Pero el fiel criado, que había asistido a la escena, bajó al agua un botecito sin ser advertido de nadie, y en él se dirigió, a fuerza de remos, al lugar donde cayera su señor, dejando que los traidores siguiesen su camino. Sacó del agua el cuerpo del ahogado, y, con ayuda de las tres hojas milagrosas que llevaba consigo y que aplicó en sus ojos y boca, lo restituyó felizmente a la vida.
Los dos se pusieron entonces a remar con todas sus fuerzas, de día y de noche, y con tal rapidez navegaron en su barquita, que llegaron a presencia del Rey antes que la gran nave. Asombrado éste al verlos regresar solos, preguntóles qué les había sucedido. Al conocer la perversidad de su hija, dijo:
- No puedo creer que haya obrado tan criminalmente; más pronto la verdad saldrá a la luz del día- y, enviando a los dos a una cámara secreta, los retuvo en ella sin que nadie lo supiera.
Poco después llegó el barco, y la impía mujer se presentó ante su padre con semblante de tristeza. Preguntóle él:
- ¿Por qué regresas sola? ¿Dónde está tu marido?
- ¡Ay, padre querido! -exclamó la princesa-, ha ocurrido una gran desgracia. Durante el viaje mi esposo enfermó súbitamente y murió y, de no haber sido por la ayuda que me prestó el patrón de la nave, yo también lo habría pasado muy mal. Estuvo presente en el acto de su muerte, y puede contároslo todo.
Dijo el Rey:
- Voy a resucitar al difunto -y, abriendo el aposento, mandó salir a los dos hombres.
Al ver la mujer a su marido, quedó como herida de un rayo y, cayendo de rodillas, imploró perdón. Pero el Rey dijo:
- No hay perdón. Él se mostró dispuesto a morir contigo y te restituyó la vida; en cambio, tú le asesinaste mientras dormía, y ahora recibirás el pago que merece tu acción.
Fue embarcada junto con su cómplice en un navío perforado y llevada a alta mar, donde muy pronto los dos fueron tragados por las olas.
FIN
Contexto
En cuanto al contexto, creo que el mismo da mucho juego a la hora de
tratarlo en el aula con los alumnos, ya que, de este modo, cogerán más
confianza entre ellos y podrán tratar el dialogo de manera natural, sin
vergüenza.
Un tema a tratar respecto al contexto en mi opinión, sería qué pensarían ellos acerca de los valores y contravalores que han aparecido en la historia , el comportamiento que han tenido los personajes durante la misma, en cuanto al egoísmo, la infidelidad de la princesa.
Un tema a tratar respecto al contexto en mi opinión, sería qué pensarían ellos acerca de los valores y contravalores que han aparecido en la historia , el comportamiento que han tenido los personajes durante la misma, en cuanto al egoísmo, la infidelidad de la princesa.
Que puedan comentar, si están de acuerdo con las consecuencias y los
castigos que se han visto, e incluso de como cambiarían ellos el argumento. Si
están en desacuerdo por cómo se han tratado los asuntos que han acontecido en
la misma.
Que piensan de como se ha comportado el padre con la princesa, por ejemplo.
Y dependiendo de la reacción de cada uno se irá elaborando el debate, y viendo la madurez emocional de cada uno de los alumnos, y la madurez en general que muestran ante situaciones difíciles y de expresión.
Que piensan de como se ha comportado el padre con la princesa, por ejemplo.
Y dependiendo de la reacción de cada uno se irá elaborando el debate, y viendo la madurez emocional de cada uno de los alumnos, y la madurez en general que muestran ante situaciones difíciles y de expresión.
Para todo ello, y para la misma narración del cuento crearemos un ambiente
adecuado, formando un círculo en la clase con las sillas, o incluso sentados en
el suelo (dependiendo también de las edades) buscando así un entorno donde los
niños puedan escuchar el relato de manera atenta, adentrándose así en la
historia.
Con las preguntas que realizaremos en torno al relato del cuento, intentaremos
que nuestros alumnos expongan lo que han escuchado, lo que han entendido y como
se han empapado del relato, pudiendo así exprimir así la simbología del relato.
Cuestiones después de la narración
-
¿Has hecho promesas que no has cumplido alguna vez?
-
¿Quiénes son los héroes en la historia y por qué?
-
Las serpientes normalmente son animales que nos produce miedo.
¿Ha desempeñado la serpiente en esta historia un papel que tenga que ver con la maldad o el miedo?
¿Ha desempeñado la serpiente en esta historia un papel que tenga que ver con la maldad o el miedo?
-
¿La princesa había escapado la muerte gracias a las hojas y luego cambió como persona?
¿La princesa había escapado la muerte gracias a las hojas y luego cambió como persona?
Segundo cuento – Introducción
Empezaré la introducción de este cuento, diciendo que no le conocía y me ha
gustado mucho leerlo, y ver de lo que trata, el argumento que tiene y como se
desarrolla el mismo, sorprendiéndote gratamente con el final tan inesperado que
tiene.
Lo he elegido, porque creo que puede dar mucho juego a la hora de trabajar con el mismo en el aula, viendo las reacciones de los alumnos, los pensamientos ante el mismo, y como actuarían ellos ante una situación similar a la acaecida en la historia.
Lo he elegido, porque creo que puede dar mucho juego a la hora de trabajar con el mismo en el aula, viendo las reacciones de los alumnos, los pensamientos ante el mismo, y como actuarían ellos ante una situación similar a la acaecida en la historia.
Como en la anterior, podríamos decir que aborda valores como, la confianza,
la astucia necesaria en muchas ocasiones, la caridad, la empatía, que muestran
muchos personajes con el niño, y por otro lado como contravalores, la maldad,
la desconfianza, el desprecio, que muestra el rey ante un niño que es pobre, y
que no quiere que este con su hija simplemente por el hecho de no pertenecer a
la realeza como ellos.
Por lo que creo que sería un cuento adecuado para igual que el otro alumno
de 3º - 4º de Educación Primaria debido a que pueden sacar mucho partido del
mismo y realizar un debate donde todos se pongan en el lugar del chico, y del
rey y expongan como sería esa misma situación. Ya que en estas edades están
creciendo como personas y aprendiendo precisamente valores.
LOS TRES PELOS DE ORO DEL DIABLO
Hermanos Grimm
3º - 4º de Educación Primaria
Érase una vez un rey muy orgulloso que un día
escuchó el presagio de una adivina: unos pobres campesinos acababan de tener un
niño que en catorce años se casaría con su hija la princesa. Sin dudarlo, el
cruel monarca se dirigió a la campiña para engañar a los felices padres y abandonar
al pequeño a orillas de un río muy profundo. Y no habría vuelto a pensar en
esto si no fuera que, años más tarde, un molinero le dijo:
– Hace catorce años encontramos a este joven al borde del río, y lo criamos como si fuera nuestro hijo.
El rey comprendió enseguida lo que había sucedido y quiso volver a deshacerse del muchacho redactando su sentencia de muerte. Pero un pícaro bandido cambió aquella orden por otra, gracias a la cual el joven se casó con la princesa. Aun así, el rey porfiado no se rindió y le impuso a su yerno una terrible misión: “Irás al infierno y me traerás tres pelos de oro del diablo”.
Para cumplir con el pedido, el joven debía cruzar dos ciudades y un río. En la primera, un centinela le preguntó por qué la fuente de la plaza, que solía dar vino, se había secado. En la segunda, un guardia quiso saber por qué el árbol de la ciudad ya no daba manzanas de oro. Y en el río, el barquero se preguntaba por qué era él y no otro el que debía ejercer ese oficio, del que ya estaba cansado. A los tres hombres, el joven prometió darle una respuesta a su regreso.
Una vez en el infierno, la mujer del diablo decidió ayudarlo pues se apiadó de su historia. Así, fue arrancando de la cabeza de su esposo los tres pelos de oro que necesitaba el muchacho al tiempo que le formulaba las preguntas que sucesivamente habían hecho el centinela, el guardia y el barquero, pues nadie más que el diablo podía contestarlas.
-Tú, barquero- le dijo el príncipe al hombre que había hecho la última pregunta cuando ya iba de regreso al reino con los tres pelos de oro del diablo- ponle los remos en la mano al primero que te pida cruzar este río y entonces esa persona te reemplazará en tu labor.
Más tarde, al cruzar la segunda ciudad, le aconsejó al guardia: “Si sacas el ratón que está comiendo las raíces de tu árbol, volverás a tener manzanas de oro”.
Por último, le advirtió al centinela de la primera ciudad: “Si encuentras al sapo que se ha metido en la fuente, volverás a tomar vino”. Por agradecimiento, los tres hombres lo llenaron de invalorables tesoros.
Cuando el rey vio que su yerno había vuelto del infierno con tantas riquezas, no dudó en realizar la misma travesía. Pero quiso el destino que el barquero pusiera en sus manos los remos malditos: dicen por ahí que el rey cruel y orgulloso todavía sigue remando, y remando, y remando y que lo hará por toda la eternidad.
– Hace catorce años encontramos a este joven al borde del río, y lo criamos como si fuera nuestro hijo.
El rey comprendió enseguida lo que había sucedido y quiso volver a deshacerse del muchacho redactando su sentencia de muerte. Pero un pícaro bandido cambió aquella orden por otra, gracias a la cual el joven se casó con la princesa. Aun así, el rey porfiado no se rindió y le impuso a su yerno una terrible misión: “Irás al infierno y me traerás tres pelos de oro del diablo”.
Para cumplir con el pedido, el joven debía cruzar dos ciudades y un río. En la primera, un centinela le preguntó por qué la fuente de la plaza, que solía dar vino, se había secado. En la segunda, un guardia quiso saber por qué el árbol de la ciudad ya no daba manzanas de oro. Y en el río, el barquero se preguntaba por qué era él y no otro el que debía ejercer ese oficio, del que ya estaba cansado. A los tres hombres, el joven prometió darle una respuesta a su regreso.
Una vez en el infierno, la mujer del diablo decidió ayudarlo pues se apiadó de su historia. Así, fue arrancando de la cabeza de su esposo los tres pelos de oro que necesitaba el muchacho al tiempo que le formulaba las preguntas que sucesivamente habían hecho el centinela, el guardia y el barquero, pues nadie más que el diablo podía contestarlas.
-Tú, barquero- le dijo el príncipe al hombre que había hecho la última pregunta cuando ya iba de regreso al reino con los tres pelos de oro del diablo- ponle los remos en la mano al primero que te pida cruzar este río y entonces esa persona te reemplazará en tu labor.
Más tarde, al cruzar la segunda ciudad, le aconsejó al guardia: “Si sacas el ratón que está comiendo las raíces de tu árbol, volverás a tener manzanas de oro”.
Por último, le advirtió al centinela de la primera ciudad: “Si encuentras al sapo que se ha metido en la fuente, volverás a tomar vino”. Por agradecimiento, los tres hombres lo llenaron de invalorables tesoros.
Cuando el rey vio que su yerno había vuelto del infierno con tantas riquezas, no dudó en realizar la misma travesía. Pero quiso el destino que el barquero pusiera en sus manos los remos malditos: dicen por ahí que el rey cruel y orgulloso todavía sigue remando, y remando, y remando y que lo hará por toda la eternidad.
Contexto
Creo que el contexto en este cuento puede dar mucho juego a la hora de
realizar una actividad en el aula, ya que es un cuento donde ocurren tanto
cosas buenas, como malas, donde se ve cómo el chico se comporta lo mejor que
sabe, pero el Rey solo intenta hacerle mal, donde el desenlace da por completo
un giro a la historia, sin que te lo esperes…
Lo cual, hace que los alumnos puedan tratar el tema desde diversos puntos
de vista, según sus personalidades y madurez, siendo conscientes de cómo ha
sido la historia, y de por lo tanto como se comportarían ellos si estuvieran en
ese lugar.
Incluso, que puedan creerse el Rey o el chico, y muestren como se hubieran
comportado ante una situación similar, comprobando cómo van cambiando y cómo
van pensando según las historias van aconteciendo.
Cuestiones después de la narración
-
¿Te has comportado alguna vez tú mismo, como el rey hace con el chico?
-
Incluso, ¿Te has comportado como el chico se comporta finalmente con el
rey?
-
¿Crees que ambos dos tienen sus razones para hacerlo así?
Tercer cuento – Introducción
He elegido esta historia porque me parece que es
adecuada para alumnos de entre 7 y 9 años. “El pescador y su esposa”, es sin
duda una historia que pretende transmitir que los bienes materiales no traen la
felicidad.
He decidido quedarme con esta historia, porque creo que esta adaptada para estos estas edades y estos cursos, donde nuestros alumnos pueden sentirse identificados con la historia y entenderla a la perfección cuando este siendo narrada por el profesor.
He decidido quedarme con esta historia, porque creo que esta adaptada para estos estas edades y estos cursos, donde nuestros alumnos pueden sentirse identificados con la historia y entenderla a la perfección cuando este siendo narrada por el profesor.
Además, esta historia podría ser muy valida para
analizar emociones en nuestros alumnos, como el “miedo” que es una emoción muy
latente en estas edades, la frustración o tristeza que pueden sentir nuestros
alumnos por diversos motivos en cuanto a su día a día y finalmente trabajar las
aspiraciones sobre lo que quieren ser cuando sean mayores.
EL PESCADOR Y SU
ESPOSA
Hermanos Grimm
2º - 3º de Educación Primaria
Este cuento
folclórico es una versión del original de los hermanos Grimm.
Un pobre pescador iba todos los días al mar para echar sus
redes, sacando apenas lo necesario para subsistir junto a su esposa, una
avariciosa mujer con la que vivía en una choza miserable. Un día, mientras
esperaba que algo mordiera su anzuelo, sintió un tirón enorme y al sacarlo, vio
que había un pescado enorme cogido de él.
—No me mates, por favor —le suplicó, al ver que estaba por
sacarlo del agua—, no soy lo que tú crees. Soy un príncipe encantado que fue
condenado a vagar por el océano. Pero si me perdonas la vida, te concederé lo
que tú quieras.
El pescador pues le perdono la vida y se fue sin pedir nada. Sin embargo, su
mujer, al enterarse, montó en cólera y se lamentó por lo pobre que era.
—¡Bien pudiste pedirle una casa pequeña para ambos! ¡Ahora ve y
búscalo!
El pescador regresó con el pez y le pidió su primer deseo: una
casa modesta donde pudiera vivir a gusto con su esposa.
—Regresa con ella, pues ya la tiene —le dijo el animal.
Y en efecto, cuando el pescador volvió, encontró a su esposa
viviendo en una casa pequeña pero muy bonita. Y aun así no estaba contenta.
—¿Has visto el tamaño de esta casa? Fue el pez quien te la
concedió, ¿verdad? ¡Bien pudiste pedirle un palacio! ¡Ahora ve y búscalo!
Y volvió el pescador a ver al pez, a quien esta vez le pidió un
palacio enorme de piedra para tener contenta a su mujer.
—Regresa con ella, pues ya lo tiene —le repitió el animal.
Y esta ve cuando regresó, ella sí que estaba satisfecha pero aún
no era del todo feliz. Se le ocurrió que quería ser reina y con esto en mente,
le ordenó a su esposo que regresara donde el pez e hiciera que le concediera
aquel deseo.
—Regresa con ella, pues ya es reina —le dijo la criatura.
Cuando el pescador volvió, él también se volvió rey y por un tiempo vivieron en
paz hasta qué a su compañera, incansable en su avaricia, se le metió la idea de
ser emperatriz.
—¿Pero para qué quieres ser emperatriz si ya eres
reina? —le preguntó él, nervioso— El pez se va a cansar.
—¡Él puede hacerlo, así que ve y búscalo!
Como imaginarás, esa mujer se convirtió en emperatriz y ni aun
así estuvo contenta. Hambrienta de poder, le dijo lo siguiente a su esposo.
—¿Sabes? Sería muy agradable tener potestad sobre el sol y la
luna, y sobre los mismos mares. ¿Por qué he de conformarme con ser emperatriz?
¡Ve con el pez y dile que me transforme en diosa!
Y el pescador fue de nuevo a pedir un deseo. Pero esta vez, las
cosas salieron al revés.
—Regresa con tu mujer, pues la vas a encontrar en su choza —le dijo el
pez.
Por culpa de su ambición, la mujer y el pescador volvieron a ser
tan pobres como antes.
FIN
Contexto
Creo que el relato requiere poca adaptación, dado
que el lenguaje es claro y directo, aunque aún así se podría explicar algún
dialogo que aparece en el cuento. La historia es fácil de seguir, ya que tiene
muchas escenas repetitivas, con los mismos personajes durante todo el relato, repitiéndose
así también muchas frases iguales.
Ya que la historia se basa en un mismo escenario,
y con una misma trama constante.
A la hora de narrar la historia a nuestros
alumnos, aunque sea un relato extenso, deberíamos darle ritmo a la historia,
aprovechando las pausas y diálogos, lo que se trata en cada momento, y los
distintos detalles que dan un punto diferente a la historia, para que así los
alumnos puedan seguir constantemente el relato, sin perderse y aumentando la
curiosidad por la misma.
A la edad de nuestros alumnos, podríamos crear un
ambiente discernido, donde los alumnos se pongan en el suelo como quieran, pero
que presten mucha atención a la profesora/or.
creando un clímax tranquilo, relajado, y de atención donde los alumnos no pierdan el interés por la historia, e incluso puedan sentirse identificados tanto con el pescador como con la esposa, y puedan adentrarse en la historia de manera fácil y sencilla, adaptando la historia personal de cada uno a la contada.
creando un clímax tranquilo, relajado, y de atención donde los alumnos no pierdan el interés por la historia, e incluso puedan sentirse identificados tanto con el pescador como con la esposa, y puedan adentrarse en la historia de manera fácil y sencilla, adaptando la historia personal de cada uno a la contada.
Cuestiones que plantearía
Mientras leemos
el cuento, podríamos distinguir tres partes dentro del cuento, la introducción,
el nudo y el desenlace, con las que podríamos trabajar mediante estos,
resolviendo todo tipo de duda en cuanto al vocabulario y la compresión.
Y después de
leer la historia, podremos realizar alguna cuestión como:
¿qué habéis aprendido de la historia?
¿podrías inventar un nuevo final para la misma?
¿os parece adecuada la actitud de la mujer con el
pescador?
Conclusión
Como hemos podido comprobar, los cuentos folclóricos forman parte de la
tradición de transmitir cultura y conocimientos generación tras generación creando
así un ambiente de imaginación donde todos consiguen atender y escuchar la historia
que se está creando en ese momento.
Gracias a los cuentos folclóricos podemos sumergir a nuestros alumnos en dichos recursos, y que sean consientes de que estos se han ido transmitiendo de generación en generación, adaptándolos a cada edad, cada momento y cada tiempo.
Gracias a los cuentos folclóricos podemos sumergir a nuestros alumnos en dichos recursos, y que sean consientes de que estos se han ido transmitiendo de generación en generación, adaptándolos a cada edad, cada momento y cada tiempo.
Lo importante de estos recursos, se encuentra en que al final tanto cada
persona que lo cuenta, como la que lo escucha puede entenderlo, aplicarlo y
adaptarlo a su propio ser según el momento en el que se encuentre o incluso su
experiencia.
BIBLIOGRAFÍA
Bettelheim, B. (1994). Psicoanálisis de los cuentos de hadas. Aragó, Barcelona. Editorial Crítica.
WEBGRAFÍA
Labajo, González, Irune
(2018) Guía de trabajo de
la asignatura “Literatura española, literatura infantil y educación literaria,
Centro Universitario La Salle.
Pelegrín, A.
(2014). La aventura de oír.
Anaya Infantil y Juvenil. Centro universitario La Salle.
Está mejor, aunque sigues insistiendo en que los cuentos pretenden enseñar algo... y no es así, es tu interpretación - mediatizada por la educación que has recibido - de los mismos. Si nos ponemos así, también podemos sacar enseñanzas de las películas, de las series e, incluso, de las vidas de la gente que nos rodea. Pero siempre será nuestra propia interpretación que no tiene por qué ser la misma que la de el resto del mundo.
ResponderEliminarLos cuentofórums son aceptables pero pobres y apenas tocas una o dos cuestiones de cada historia.